Las autoridades instauradas por los talibanes en Afganistán han informado este viernes de que al menos tres turistas extranjeros y uno afgano han muerto como consecuencia de un ataque llevado a cabo por hombres armados no identificados en la ciudad de Bamiyán, capital de la provincia homónima del centro de Afganistán. El portavoz del Ministerio del Interior del régimen talibán, Abdul Matin Qani, y fuentes del Ministerio de Exteriores han confirmado que los fallecidos son españoles.

Qani también ha indicado que "las fuerzas de seguridad del Emirato Islámico han iniciado esfuerzos para encontrar a los asesinos y hasta el momento han sido arrestadas cuatro personas en relación con el caso". El Gobierno de Afganistán "condena enérgicamente este accidente, expresa su profundo sentimiento a las familias de las víctimas y asegura que todos los criminales serán encontrados y castigados", según el portavoz de Interior.

Según Exteriores, otras siete personas resultaron heridas en el ataque. En concreto, se trata de un español, otros tres extranjeros y tres afganos.  

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Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha dudado en lanzar un mensaje de repulsa en redes, donde también ha confirmado la nacionalidad de los fallecidos. "Sobrecogido por la noticia del asesinato de turistas españoles en Afganistán", ha escrito, a la vez que ha querido trasladar su apoyo y afecto a las familias. 

Fuentes de Exteriores han explicado que está trabajando en colaboración con la UE, y que la unidad de emergencia se encuentra "totalmente movilizada". 

España tiene cerrada su Embajada en Kabul desde agosto de 2021, cuando los talibanes tomaron el poder. En sus recomendaciones de viaje publicadas en su web, Exteriores recomienda "no viajar bajo ninguna circunstancia a Afganistán" y "se recuerda que existe el riesgo de secuestro o atentado en todo el país".

Por el momento, ninguna organización insurgente o terrorista ha reivindicado la autoría de este ataque.

El grupo yihadista Estado Islámico, convertido en el principal rival de los talibanes desde la retirada de las tropas internacionales, ha reclamado la autoría de casi la totalidad de los ataques cometidos desde agosto de 2021, cuando los talibanes asumieron el poder.

Si bien los talibanes insisten en negar que la organización armada represente un desafío de seguridad, el Estado Islámico de Khorasan, la rama afgana del grupo terrorista, se ha erigido como la principal amenaza a la estabilidad del país.